martes, 4 de agosto de 2015

Antes de Sangre, Modales




Ni siquiera David Bowie conoce la meta en esta vida, ni la recompensa en el Reino de los Cielos, en el Averno, en el cuarto de las escobas o adónde quiera que vayamos a parar cuando se acaben las pulsaciones, cuando se acabe la Sangre. Lo que todo el mundo sabe (Rey del Glam incluido) es que  en los cuentos e historias (y un poco de melomanía, que las canciones al fin y al cabo cuentos son) reside sabiduría y magia más que en ningún otro sitio, además de proporcionar un generoso entretenimiento (siempre que estén bien contados). Y, quizá, esta sea la meta en la vida: entretenimiento, sabiduría y magia, o los mejores métodos para conseguirla. O, tal vez, tan solo sea un intento para ser feliz... Y, ¿no es el alcanzar la felicidad la mejor recompensa? Y también son las historias fantásticas las que crean una más amplia percepción de lo extraordinario, que siempre está bien. No lo sé, pero por intentarlo no se pierde nada. 

                 "Los vivos ignoran lo extraño e inusual" - Lydia Deetz (Emma Watson), Betlejuice"